Introducción

miércoles, 1 de agosto de 2018

Pandiello



                Un precioso pueblo de Cabrales, muy solayero, con unos entornos muy bonitos una vez, que tratas de no ver  las crucetas de la luz, -cosa que pasa en Cabrales muy habitualmente-  y hay por allí unos paseos cómodos .
                Aquí casi siempre hay mejor climatología que en los bajos.
                Y como pasa en todas partes, Pandiello , también tiene una historia muy muy curiosa

                
                ...ya hace.... un día, ...  que veníamos de monte,  nos encontramos a un vecino, con ganas de cháchara, que nos contó, que a cuenta del dinero que se recaudaba del ramo, el día de la fiesta, el cura, se había enfadado, y había decidido no volver allá.
                El conflicto se trataba de que el cura reclamaba los dineros recaudados en la subasta del ramo , para la Iglesia, y el pueblo se lo quedaba para ayuda de gastos en la fiesta.
                Amenazó el cura, con no subir a abrir la Iglesia y no dejar abrir al Santo , Santo Tomás, en el día de la fiesta para procesionarlo, si no le daban los dineros…..y los vecinos, molestísimos, decidieron celebrar la fiesta sin el cura.

                Nos contaba aquél hombre que hicieron con una madera un Santo Tomás, y que celebraron la fiesta, sin cura, sin misa y sin sacar al Santo de la Iglesia, pues esta estaba cerrada a cal y canto...., pero que habían quedado conformes, porque todo había salido bien.Consideraron que lo mismo daba el Santo de dentro de la Iglesia que el suyo y así lo festejaron, como si del verdadero se tratara.
                Pasó un tiempo y  hubo un fallecimiento en el pueblo,.... y.... el cura, siguió en sus trece y no subió a celebrar el funeral. Y entonces contaba, que contrataron a un gaitero, y al sonar de la gaita, enterraron a su vecino.
                No sé si hoy seguirán sin cura y mantendrán la costumbre de llamar a un gaitero, para despedir a sus vecinos, pero me gustó tanto, la historia de este hombre, y el entusiasmo con el que nos lo contaba, que no se me ha olvidado .
                Me pareció precioso que hubiera un gaitero en el cementerio, como  despedida de una vida. Y hoy, me vino todo ello a la cabeza, tal y como nos lo contó aquél vecino, del que no me acuerdo su nombre.  


               No puedes marchar de Pandiello sin pasear hasta Puertas.
Está mirando al Sol, y llama la atención sobremanera pues aunque se ven casas de reciente construcción, se trata de un pueblo muy recogido y grande. Con unas casonas muy importantes.



. De camino al vecino pueblo, encuentras lo que debió de ser un templo importante


               Fue destruido en la guerra civil, una verdadera pena, porque debía de ser precioso y además ya hay documentación sobre él desde el año 1.385.

               Hay, junto al antiguo templo un enorme Tejo, lo que nos da pistas, para pensar que este lugar era sagrado mucho antes de que llegara el cristianismo a estas tierras.

               Aprovecharon la portada románica y alguna otra cosa, para la Iglesia actual de Puertas, que igual que esta anterior, está dedicada a la advocación de Santa Eulalia .
               Todos los lugares, esconden historias sobre la historia, y es una suerte el encontrarte a vecinos que te las cuenten ¿verdad?