Si uno viene de visiteo a estos
bonitos y lejanos lugares de la Sierra de Francia, en Salamanca, enseguida
puedes oler, casi….otras vidas, en otros tiempos, que hoy todavía dejan su
respirar en el pueblo.
Sus estrechas calles, que de
inmediato, nos colocan en aquellos horribles tiempos, en los que los judíos
eran perseguidos, nada más que por ser judíos. En los que les obligaron a vivir en cierto tipo de construcciones,
con calles estrechas y con la vida hacia
dentro de la casa, casi casi que escondidos del resto del pueblo.
Eran los tiempos de los Reyes
Católicos,……
…. a pesar
de ser los judíos, los más ricos, ….los prestamistas,
….orfebres excepcionales y eficaces negociantes,
y ademas
…… se creó la temible Inquisición , que perseguía
cruelmente a los judíos y los expulsaba de sus lugares…..
….pero hubo
la “buena voluntad” de los reyes , y como favor, favorísimo, les ofrecieron
volver a sus casas, y recobrar sus posesiones
y riquezas…., mediante la cual, les dejaban seguir viviendo en sus pueblos, siempre
y cuando se convirtieran al
cristianismo.
Muchos judíos, abrazaron el
cristianismo, de puertas para afuera, por intereses personales, aunque en
secreto seguían practicando su religión.
A estos judíos conversos, la buena
vecindad, que probablemente les debían muchos dineros, les pusieron el mote de “marranos”.
…..Y, seguramente
para convencer a la Inquisición, de que se habían convertido en cristianos
cristianísimos y aborrecían su antigua religión, -que prohibía comer carne de
cerdo….- adoptaron la costumbre de criar un cerdo , que criaban y enseñaban por
supuesto de puertas para fuera, para convencer al Inquisidor y además también colocaron en los dinteles de
las puertas, cruces, anunciando que allí dentro, vivía un cristiano.
Hoy, podemos ver y sentir, aquél
vivir escondido y de persecución, al que fueron sometidos estos pobladores.
Y
ha llegado, aunque con otro fin muy diferente al de sobrevivir,… la
costumbre de criar un cerdo entre todos los vecinos del pueblo, y cebarlo
durante muchos meses.
Los dinteles de las puertas, están
marcados con cruces, que sobrecoge solo el pensar, los miedos que debieron
pasar en estos apartados lugares, estas pobres gentes, por el mero hecho de
creer en otro Dios.
Hace unos años, pusieron los
retratos de los habitantes de cada casa,
o por lo menos, aquellos de los que se tiene noticia,… lo que le da una
identidad a la misma casa y ayuda a seguir la historia de todas estas gentes
que un día , en diferentes épocas de la historia, se pasearon por este bonito
pueblo.