Introducción

domingo, 21 de enero de 2018

EL RAYO VERDE

                                                          

            El otro día estuvimos dando una vuelta por toda nuestra costa, y nos paramos en la Península para enseñársela a los compañeros que no la conocían.
            Todos nos quedamos admirados una vez más, tanto  los que lo tenemos a tiro de piedra, como   los que no lo conocían. La verdad es que la Cara de Cristo tal y como nos la han pintado siempre, se ha quedado aquí petrificada tal cual está en libros y en lienzos.
            Quisiera contar, para los que estuvimos allí, y …bueno para los que vengan más adelante, una pequeña historia .


            Ya la he contado más veces, pero no la he anotado  en este espacio, que creé precisamente para que cuando ciertas cosas, escapen de mi cabeza…..por esas cosas de la edad….pueda leerlas y así recordar cómo eran, quien las contaba y todo lo que un recuerdo conlleva, olores…, risas, compañía…..etc…
            Hay dos sitios en nuestro Concejo , desde donde siempre es sabido que se puede ver el “rayo verde”, o por lo menos eso es lo que siempre me dijeron….. Este es uno de ellos, fijaos en la foto y cuando vayáis allí,  reconoceréis exactamente el sitio. Tiene que ser verano que es cuando cae el sol en el mar, tiene que estar despejado sin ninguna nube en el horizonte, tienes que ir sin prisa porque cuando esperas algo, parece que tarda mucho más en llegar y sobre todo tienes que ir convencido de que sería una gran suerte que lo vieras, no siempre ocurre, pero  hay que perseverar, si no es hoy, será mañana.


            Este concepto de rayo verde se hizo más conocido por la novela: “  El rayo verde”,  de Julio Verne,  en la que lo describe como:  “…un verde del cual ni los variados tintes de la vegetación ni los tonos del más limpio mar podrían nunca producir un igual!  Si hay un verde en el Paraíso, no puede ser salvo de este tono, que muy seguramente es el verdadero verde de la Esperanza”
            Es un fenómeno óptico que ocurre poco después de la puesta de sol en el que se puede ver un punto verde, solo durante dos segundos como mucho.
            Cuentan muchas historias sobre este Rayo Verde, a nosotras nos decían que solo lo podría ver la persona que estuviera enamorada de verdad. (Esto era el primer pero, porque entonces no distinguíamos entre que “me gusta” y enamorarse)
            Luego que si tenías la suerte de ver el Rayo Verde, que inmediatamente quedabas prendada para siempre del que se hubiera sentado a tu lado. ( Otra dificultad, porque siempre nos gustaba a dos o tres, el mismo chico ….y claro…)


            O la “tercer” , que ya era fatal, era que si veías el Rayo Verde,eras capaz de adivinar todos los pensares de la persona que estuviera a tu lado y él los tuyos. (Horrible, porque claro…que te adivinen los pensares incluidos aquellos secretos que no queremos nunca contar….no tenía ninguna gracia, y la solución era tapar los ojos y así ni te enamorabas del de al lado, ni te adivinaban pensamientos y no tenías que estar en dudas de si estabas enamorada o no.
            De modo que ya sabéis,…… venid aquí,……. sentaos a esperar la caída del sol…… y cuando ya  falte nada más  que un poquito para que desaparezca del todo,……. ¡ estad atentos!,  no os podéis distraer ni una gota….. no pestañeéis  tan siquiera…….. porque solo dura unos segundos…..!, , …. justamente un momento antes de desaparecer del todo, y si tienes suerte ,saldrá  un haz de luz, y lo sorprendente es que es verde,….. 


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