El otro día estuvimos dando una
vuelta por toda nuestra costa, y nos paramos en la Península para enseñársela a
los compañeros que no la conocían.
Todos nos quedamos admirados una vez
más, tanto los que lo tenemos a tiro de
piedra, como los que no lo conocían. La verdad es que la
Cara de Cristo tal y como nos la han pintado siempre, se ha quedado aquí
petrificada tal cual está en libros y en lienzos.
Quisiera contar, para los que
estuvimos allí, y …bueno para los que vengan más adelante, una pequeña historia
.
Ya la he contado más veces, pero no
la he anotado en este espacio, que creé precisamente para que cuando ciertas cosas, escapen de mi cabeza…..por esas
cosas de la edad….pueda leerlas y así recordar cómo eran, quien las contaba y
todo lo que un recuerdo conlleva, olores…, risas, compañía…..etc…
Hay dos sitios en nuestro Concejo ,
desde donde siempre es sabido que se puede ver el “rayo verde”, o por lo menos
eso es lo que siempre me dijeron….. Este es uno de ellos, fijaos en la foto y
cuando vayáis allí, reconoceréis
exactamente el sitio. Tiene que ser verano que es cuando cae el sol en el mar,
tiene que estar despejado sin ninguna nube en el horizonte, tienes que ir sin
prisa porque cuando esperas algo, parece que tarda mucho más en llegar y
sobre todo tienes que ir convencido de que sería una gran suerte que lo vieras,
no siempre ocurre, pero hay que perseverar,
si no es hoy, será mañana.
Este concepto de rayo verde se hizo
más conocido por la novela: “ El rayo
verde”, de Julio Verne, en la que lo describe como: “…un verde del cual ni los variados tintes de
la vegetación ni los tonos del más limpio mar podrían nunca producir un
igual! Si hay un verde en el Paraíso, no
puede ser salvo de este tono, que muy seguramente es el verdadero verde de la
Esperanza”
Es un fenómeno óptico que ocurre
poco después de la puesta de sol en el que se puede ver un punto verde, solo
durante dos segundos como mucho.
Cuentan muchas historias sobre este
Rayo Verde, a nosotras nos decían que solo lo podría ver la persona que
estuviera enamorada de verdad. (Esto era el primer pero, porque entonces no
distinguíamos entre que “me gusta” y enamorarse)
Luego que si tenías la suerte de ver
el Rayo Verde, que inmediatamente quedabas prendada para siempre del que se
hubiera sentado a tu lado. ( Otra dificultad, porque siempre nos gustaba a dos
o tres, el mismo chico ….y claro…)
O la “tercer” , que ya era fatal,
era que si veías el Rayo Verde,eras capaz de adivinar todos los pensares de la
persona que estuviera a tu lado y él los tuyos. (Horrible, porque claro…que te adivinen los
pensares incluidos aquellos secretos que no queremos nunca contar….no tenía
ninguna gracia, y la solución era tapar los ojos y así ni te enamorabas del de
al lado, ni te adivinaban pensamientos y no tenías que estar en dudas de si
estabas enamorada o no.
De modo que ya sabéis,…… venid
aquí,……. sentaos a esperar la caída del sol…… y cuando ya falte nada más que un poquito para que desaparezca del
todo,……. ¡ estad atentos!, no os podéis
distraer ni una gota….. no pestañeéis tan
siquiera…….. porque solo dura unos segundos…..!, , ….
justamente un momento antes de desaparecer del todo, y si tienes suerte
,saldrá un haz de luz, y lo sorprendente
es que es verde,…..
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