Siempre ha llamado mi atención, esta fecha, que está escrita en el ventanuco de estilo románico, de la Capilla de San Pelayo, en Niembro. Así como el saber que esta no es su ubicación primitiva. Pues justo enfrente está el Cueto San Pelayo, que es donde se construyó en primer lugar, de lo que no he encontrado ningún documento, ni nadie me ha sabido decir, a qué se debió el traslado en esta fecha de 1.747.
Sabemos que del año 1.724 al 1.750, hubo periodos concretos de epidemias y “catarros ferinos”.
Dicen también que hubo unos vientos australes en
Asturias y que vinieron unos hielos tan penetrantes, que en especial por la noche, no se podía soportar en
las viviendas porque no había con qué combatirlo.
Por aquél entonces encontraron una relación entre una epidemia de viruela y
estos vientos ábregos tan violentos y las nieves. Y al inicio de esa primavera,
creo que se acumularon muchas
defunciones por tuberculosis.
A
escasos tres kilómetros ….en el monasterio de San Salvador de Celorio, de entre los oficios existentes en
la comunidad, estaba el de sangrador y barbero, que daban una asistencia médica
básica en la época.
Sabemos que en 1.703, le dieron el hábito de lego a Juan
Suárez, dado que era muy hábil en dicho oficio. El ultimo monje que ejerció
este oficio, fue el andaluz fray Vermudo, que había estudiado en Madrid, Paris
y Montpellier, y fue muy querido entre la vecindad porque además de prestar sus
servicios en el monasterio, atendía también a los habitantes del entorno, que
era otra característica de la medicina monástica.
Por lo que podemos deducir, que por
aquellas,… nuestros pueblos, eran privilegiados en cuanto a “atención sanitaria”,
pues podían acudir al Monasterio a recibir curas, hierbas y atenciones médicas,
pues allí era donde existían los saberes de la medicina
Unos pocos años más adelante, se
creó la Parroquia eclesiástica de Barro,
en 1.788 por segregación del Monasterio
de San Salvador con las localidades de Barro, Balmori y Niembro y para ello
construyeron una Iglesia Parroquial con su cementerio. El emplazamiento elegido
a la orilla del Vau, en el paraje conocido como “Cuetu los barcos “en el pueblo
de Barro.
Ya en esta fecha en el “Cuetu San
Pelayo”, justo enfrente de la Iglesia Parroquial, ya no estaba la Ermita pues
según reza en su ventana, fue en el 1.747, cuando la trasladaron.
…. y en
estas andaba, indagando sobre esta fecha, y la historia de nuestros pueblos,
por encontrar relación, cuando me topé con una narración, que ni coincide con
la fecha que estaba buscando ni con el tema ni nada parecido… y , de la que nunca había oído
hablar. Y os la voy a contar, tal cual
le contaron al escribiente Xuan Bello, que pasó…:
Esta historia fue en el 1.945,
cuando el confidente contaba que atracó muy cerca de Niembro, un submarino
nazi. -Decían por aquellas, que los pescadores de distintos puertos asturianos,
ya habían visto alguno.- Y que este estuvo
casi tres meses, frente a Niembro se supone que esperando órdenes.
Por la noche, de noche cerrada,
mandaban una barca al pueblo a por víveres y agua fresca. Se trataría
seguramente de una misión secreta y por supuesto las autoridades del Oriente,
no sabían nada.
Dicen que por estos años, 1.945, que
fueron varios los submarinos alemanes que trasladaron el oro del Reich desde
Europa a la Patagonia., pero esto es otra historia.
Como ya es hábito en estos pueblos
nuestros, en Niembro, por entonces había dos bandos, y los vecinos del Cuetu, sospechaban que los de
la Moría eran los que vendían comida y agua fresca a los alemanes.
El caso es que cada tres días, diez
soldados se atrevían a llegar hasta el pueblo y tanto fue así que llegaron a
intimar con asiduos del bar y que muy entrada la noche, organizaban con
acordeón y alcoholes de los de beber, unas timbas “de no te menees”. Todo esto
se llevaba en secreto pero en aquél marzo, alguna mujer del pueblo llevaba
pañoleta o pañuelo de seda. Según
contaba Andrés.
Una de ellas, y muy guapa, dicen,
era María Andrés , maestra, de buena
familia y de Madrid, y a la que supusieron que su padre había enviado a su casa
de Niembro, por la tranquilidad del
lugar, y lejos de comentarios feos pues su marido había sido un comisario
político muy conocido en la capital.
Lo que sucedió una noche nunca se
supo por qué fue, ….dicen que los marineros alemanes estaban muy borrachos….. y
que María empuñaba un arma. Sobre el suelo,
muerto, yacía uno de los oficiales.
De repente, aquella mujer, se puso a
hablar en alemán y parecía que daba
órdenes. Los soldados formaron y se fueron con ella en la barca, rumbo al submarino.
Nunca volvieron y dicen que la tumba
del marinero alemán, está en el cementerio.
Yo fui a ver si la encontraba, pero
no la vi, no sé si es que no la supe
buscar…..
Historias que parecen increíbles, pero tan bien contadas, que de seguro son ciertas.
ResponderEliminarExpresiones
Pues, seguramente algo así pasó, no es difícil verdad? Cada rincón, tiene una historia y muchas historias vividas por contar. Un beso y gracias Miguel
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