Bueno Carlitos:
Pues hoy, iremos otra vez, a “nuestra playa”. Dispuestos a
bucear sin aletas, hasta los bajos más bajos de las rocas.
A pescar
“llámpares”.-que mira lo bien que lo digo ya- para que las prepare Carmen uno
de estos días. A por bígaros gordos, para con la sidra del medio día, a tomar
el sol y a bañarnos en los charcos a grito “pelao”.
Has pasado a
formar parte de “tu playa”
Decirte, que pocas
veces en la vida, tiene una la oportunidad de dar con un alma buena como la
tuya, y por ello, tengo mucha suerte, por haberte encontrado, y agradecer el
que me hayas dejado colocarte en un lugar preferente en mi corazón, porque de ahí,
ya no te escaparás nunca.
Y no creas que te
quedarás ahí y ya está, Carlitos, …de
eso nada. Tenemos que preparar muchas excursiones y descubrir nuevos caminos,…
organizar comidas y “fiestes”, y sobre todo echar muchas risas,…. así que no
creas que va a ser todo tomar el sol!!!!! …
Pasearemos las
nubes, como alguna vez hicimos, soñando, que seguro que hay en ellas algún pico
o monte bonito, con vistas espectaculares, o al menos algún camino por
investigar.
Un beso enorme,-
de aquí a la luna mil veces ida y vuelta- sin mascarilla y sonoro, de esos de
abuela, y aunque ya lo sabes, decirte que como dice la canción:
“te quiero, te querré y te quise siempre…desde antes de saber
que te quería,…. y te dejo este mensaje simplemente, para repetirte algo que ya
sé que tu sabías”
Ana
Cuanto me ha gustado tu reportaje lleno de amor verdadero. Hay que sobrevivir a pesar de la tristeza. Sé bien lo que se siente. Un abrazo muy fuerte y que contento estará Carlos cuando vea esto.
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