Introducción

sábado, 4 de noviembre de 2017

EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS

   

       
       De siempre me ha llamado  la atención la costumbre de llevar flores a los muertos. Parece una contradicción, llevar tanta vida por las flores, y tanto colorido,... a los cementerios,...que quitando el día de todos los santos, están tan solitarios .. y aparentemente tristes y silenciosos.
        No me gusta nada el nombre de "cementerio". Una vez leí que alguien les llamaba "Quintana para muertos", y me lo he quedado..... 
        Hay en nuestros pueblos , los costeros, unas  “quintanas de los muertos”,  que por lo general tienen una vista al mar, espectaculares, o a las rías. 


        Carmen Bermejo, refiriéndose a estas “quintanas”, decía que :”estos emplazamientos mortuorios, establecen una especie de idilio entre la muerte y el agua”. Y me gusta esta manera de entender.
        En muchas culturas actuales, pasadas, y pasadísimas, cuando se muere o moría, un ser querido, o un importante dirigente , o el "chamán" de la tribu, se le rendía homenaje de una u otra forma ,...al final, todos actuamos poco más o menos de la mejor manera que sabemos. Tan solo  se diferencian las maneras, el ritual, que cada uno lo acopla a su forma de pensar.


        También creo que hay muchas  culturas, que honran a la memoria de sus muertos, con flores.
        Dicen que los muertos , en la antigüedad, eran expuestos al público durante varios días,  supongo que con el propósito de ser velados y despedidos.
        Por aquellas no existían las técnicas del embalsamiento y las que había eran muy caras, por lo que aquellos cuerpos, ahí expuestos a la intemperie se descomponían y olían fatal, y ya si era verano, ni te imaginas.


        Para enmascarar ese olorazo, quemaban incienso, y cubrían al muerto con todo tipo de flores, lo que hacía que se disimulara un poco el olor y era mucho más agradable velar al muerto.
        Después , se ve que quedó esta costumbre de llevar flores a los muertos .
         Hoy, "La quintana de los muertos" de Barro estaba muy solitaria y extremadamente silenciosa, y efectivamente Carmen tiene razón, porque  el idilio entre la muerte y el agua, hoy era casi casi palpable.
       


2 comentarios:

  1. Recuerdo un día en la “Quintana de Barro”, mirando El Bao en marea alta:
    Por favor, Mariquilla un minuto de silencio por los vivos. Los hijos de mi amigo quedaron tan sorprendidos, que se hizo un silencio hasta en alta mar.
    Expresiones
    Piedra

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  2. Creo que cuando hacemos un minuto de silencio, en realidad es para todos. Los que no están , les recordamos los que si estamos en ese minuto de silencio.
    De modo que efectivamente hay que pedir un minuto de silencio por los vivos!!!! Claro que si

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